martes, 21 de agosto de 2012

VIAJE A ESPAÑA Y PORTUGAL - DE FATIMA A PORTO


Sábado 22/1/2011. Me desperté a las 7,15, me duché y bajé a desayunar. Axel dormía. Cuando volví lo desperté y me fui a ver el santuario, que está a 100 metros del hotel. Es un lugar muy grande, ví la Capilla de las Apariciones y entré en la basílica que tiene capacidad para 9000 personas sentadas.




Hay una gran plaza asfaltada, y a un costado, un corredor de cerámica de unos dos metros de ancho que desemboca en la Capilla de las Apariciones. Ví dos personas que recorrían de rodillas ese corredor, y debe tener unos 300 metros de largo!!


A lo lejos, si agrandan la foto, van a ver a los que iban de rodillas por este sendero.
Ya empezaban a llegar grandes grupos de personas y dí una vuelta por la ciudad, casi todos los negocios son de articulos religiosos. Hace muuuuucho frío, el viento corta la cara, pero hay sol.


Me preguntaba porqué este lugar se llama Fátima, que era la hija de Mahoma,  un nombre tan musulmán en un lugar tan católico. Resulta que este lugar ya se llamaba Fátima antes de las apariciones.
A las 11 salimos para Oporto, que los portugueses llaman Porto. Pinos y eucaliptos en el camino, plantados en la zona por el rey Dinis llamado El Labrador, para impedir el avance de los vientos del Atlántico, que está a 20 km de la autopista.
Fueron dos horas de viaje a Oporto sin paradas. En el viaje Rui contó la leyenda del gallo de Barcelos, que es el símbolo de Portugal, y aparece en repasadores, toallas, manteles, posavasos, adornos, platos y vasos. Es un gallo de colores, muy vistoso, es éste:


El gallo simboliza la justicia, la esperanza en el futuro, y da suerte.
Dice la leyenda que en Barcelos se organizó una cena en la cual se iba a comer un gallo. Antes de la cena desapareció un bolso lleno de monedas de oro. Todos acusaban a un hombre que declaraba su inocencia, y el dueño de casa decidió llamar al juez. El juez invirtió la carga de la prueba y le dijo al acusado que debía probar que él era inocente. El gallo estaba en la mesa. El acusado dijo que si era verdad que él era inocente, el gallo se levantaría y cantaría tres veces. Y el gallo se levantó y cantó tres veces. Me quedó la duda de si el gallo ya estaba cocido o no.
Llegamos a Oporto, que es una ciudad muy bonita. Cruzando el río Duero, que en portugués es Douro, muy ancho, hay otra ciudad que se llama Gaia. Estas dos ciudades pegadas dieron nombre al país. En la época romana eran Portus y Cale, que derivó de PortusCale a Portugal.
Aquí nació Henrique el  Navegante el 4/3/1394, que es un personaje muy importante del país, y aquí vivió J.K. Rowling, la autora de Harry Potter, que estaba casada con un portugués.
El bus paró en la Plaza del Infante, frente a la cual está la Bolsa de Comercio, y fuimos con Rui hacia abajo, en la rivera del Duero hay bares y restaurantes.


El de la estatua es la enésima que veo del famoso Henrique el Navegante.
Como hace mucho frío y viento, teníamos hambre. En uno de los barcitos cerca del río comimos francesinhas, que es un sándwich de queso, jamón, salchicha y carne, a la cual se le pone una salsa de tomate liviana, que es típica del lugar. Pedí una copa de vino tinto, pero no venden en copas, así que me tomé una botellita que me sacó el frío. El vino portugués es muy bueno, liviano como a mí me gusta. De postre comimos mousse de  chocolate. A la salida me compré una campanita para colgar en la pared con un gallo portugués arriba, que es de hierro y pesa un montón!!
El río está abajo e inmediatamente las calles suben. Hay varios puentes sobre el Duero que comunican Porto y Gaia. 





Caminamos unas cuantas calles en subida y vimos hermosos edificios y otros en ruinas, esta ciudad es realmente preciosa.




Esta es una estatua en la calle, al lado de un buzón, será un cartero?


A las 15,45 volvimos a la Plaza del Infante porque de allí salíamos en el bus a hacer el city tour con una guía local.
Ella contó que en 1996 la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Fuimos en el bus hacia la parte más alta de la ciudad, y pasamos por la estación de trenes San Benito. Bajamos en la catedral, hay una vista impresionante desde allí, donde también está la residencia oficial del obispo, del siglo XVIII. La catedral es el monumento más antiguo de la ciudad, del 1120, de estilo románico. Por dentro, tiene elementos góticos y barrocos, y dibujos hechos en mármol.




A un costado de la catedral, está el Palacio del Obispo:


Subimos otra vez al bus y vimos la parte que queda de la muralla, el Teatro Sao Joao, la Plaza Batalla, lugar donde lucharon cristianos y moros en el siglo VIII, el tranvía, la cafetería Majestic, que es la más antigua de la ciudad, la plaza Joao I, que al casarse con Filipa de Lancaster inició la alianza con Inglaterra, la Av. Aliados con el Ayuntamiento, precioso edificio de granito que tiene sólo 53 años y la Iglesia de la Trinidad.
Este es el Ayuntamiento:


La fiesta de la ciudad se celebra el 24 de junio, día de San Juan, en la Av. Aliados. Comen sardinas asadas con caldo verde, que hacen con col y chorizo, toman vino y cerveza y se pegan unos a otros en la cabeza con martillitos de plástico.
También vimos la Torre de los Clérigos, de 79 metros de alto y símbolo de la ciudad, y dos iglesias pegadas una a la otra, que son la del Carmen y la de las Carmelitas y pasamos por la librería Lello, un edificio muy original.
Esta es la Torre de los Clérigos:


Dicen que la librería Lello inspiró a J.K. Rowling para escribir Harry Potter:


Sobre el Duero hay seis puentes. Hay uno de metal que recuerda a la Torre Eiffel, y fue construido por el mismo arquitecto, y está el Puente de la Arrábida, que fue en su momento el arco de hormigón más grande del mundo, y algunos decían que no se iba a sostener porque estaba construido contra las leyes de la física. Sobre la ribera del Duero, está la casa más estrecha de la ciudad, la de color rosa:


Después nos llevaron a la bodega Calem a escuchar una explicación sobre el famoso vino de oporto. Aprendí que es dulce porque antes de que termine de fermentar el azúcar de la uva le agregan aguardiente, que detiene la fermentación, y también que hay blanco además de tinto. Nos dieron a probar ambos, pero no me gustó ninguno de los dos.
Los viñedos no están cerca de aquí sino mucho más al este, aunque el vino se llama Oporto aquí sólo se vende.
Al salir de la bodega ya era de noche. Ahí nomás estaba el Duero y todos los edificios y los puentes iluminados. Allá arriba, el Palacio del Obispo y la Torre de los Clérigos. Una hermosa ciudad. Y ya no hacía tanto frío.
Subimos al bus y nos trajeron al Hotel Meliá Gaia Porto, que está del lado de Gaia. Tiene 22 pisos, y nuestro cuarto está en el piso 16, se ve desde la ventana la Torre de los Clérigos iluminada.
Yo no tengo hambre, y mañana nos levantamos 6,15 para seguir viaje. Axel fue a comprar coca colas y chocolate. 

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