martes, 21 de agosto de 2012

VIAJE A ESPAÑA Y PORTUGAL - LISBOA 5


Viernes 28/1/2011. Ay, que cansancio! Duermo como una opa, me acuesto con las piernas doloridas de tanto caminar, subir y bajar, y me siento culpable por dormir tanto cuando hay tantas maravillas por descubrir cada día, pero el cuerpo no da para más.
Lloviznaba. Desayunamos, arreglé en el hotel la excursión para mañana a Sintra, Cascais y Estoril, y fuimos caminando otra vez hacia la Plaza Figueira. Yo tomé el tranvía 12 para subir al castillo de San Jorge, Axel se fue caminando, y nos encontramos en la puerta. El tranvía no es nada barato, el boleto cuesta 2,50 euros.
Subía el tranvía por la calle empinada y venía un hombre caminando por el medio de la calle en bajada con muchos paquetes. El tranvía paró, otro hombre corrió y agarró al de los paquetes, que era ciego, y le pidió al conductor del tranvía que lo llevara. El hombre subió, tenía una gran mochila con por lo menos 30 paraguas y otro bolso grande en la mano. Le costó mucho sentarse con ese tremendo paquete en la espalda.
Desde el castillo las vistas de Lisboa son maravillosas, aunque cuando entramos se largó a llover fuerte, y dí buen uso a mi paraguas madrileño.


Un rato después se despejó y salió el sol.



Las dos fotos anteriores son iguales con 20 minutos de diferencia. El castillo es inmenso, y domina el río, allí hay cañones, para tirarles a los que entraban del Atlántico por el Tajo.



Caminamos por las almenas y fuimos al centro de interpretación, a esta ciudad los árabes la llamaban Al Uxbuna, y antes los romanos Olisipo, y antes los visigodos Aschbuna. Y antes estuvieron los fenicios, por su ubicación cerca del Atlántico y sobre el Tajo todos los pueblos que pasaban por acá se quedaban.


Nos quedamos un largo rato en el castillo, subiendo y bajando las escaleras de piedra. Duelen los pies de pisar esas piedras, y los escalones son altísimos, y eso que tengo jeans y zapatillas cómodas, y no uso armadura! Algunas mujeres van con tacos, que dolor!
Hay un café adentro del castillo y tomamos un jugo. Después fuimos al sitio arqueológico, al que nos costó bastante llegar, porque había que bordear la muralla, subir unas escaleras y bajar otras, y el plano decía que allí había restos de casas, pero eran todas piedras.
Cuando salimos del castillo volvimos a tomar el tranvía 12 hasta la plaza Figueira. El tranvía hace un recorrido circular, lo tomamos en la misma parada en la cual yo me había bajado y vuelve al punto de partida.
Desde allí caminamos por la Baixa hasta el elevador Santa Justa, que es el único vertical de la ciudad, para ir al Chiado.


Cuando llegó arriba, había un corredor que salía a una calle y dos escaleras caracol hacia arriba. Le pregunté a la empleada, y me dijo que era un mirador. Ya que estábamos ahí, subimos los 50 escalones por una escalera y bajamos 50 escalones por la otra, ay mis piernas.
Desde arriba hay una vista muy bonita. El elevador es de estilo gótico, y antiquísimo.


El Chiado es un lugar muy bonito, ya lo habíamos visto de noche cuando nos llevó Europamundo, vimos de día la estatua de Fernando Pessoa en el Café La Brasileira, y la Rua Garrett. Allí hay muchos negocios, y un teatro.





Caminando hacia abajo entramos en un bar a comer algo y llegamos otra vez a la Plaza Rossio, donde está la estación de trenes de estilo morisco, y caminamos hacia la Plaza Restauradores con la idea de subir en el elevador de la Gloria, que es un tranvía que hace 200 ó 300 metros en subida y llega al Jardín de Pedro de Alcántara.
Esta es la estación de trenes de plaza Rossio, con los arcos de herradura


También habíamos estado allí de noche con Europamundo. Axel me dijo que se iba al hotel porque tenía las zapatillas mojadas desde la mañana, y yo subí.



Paseé un rato por los jardines y después bajé en el mismo tranvía.


Vine caminando hasta el hotel. Subiendo en el ascensor, que es externo, se ve la Av. Liberdade, otra vez estaba muy nublado:


Pensé en descansar un rato y después ir al Starbucks porque allí hay wifi, pero me quedé dormida, y se hizo de noche. Cuando estoy un rato quieta, me cuesta poner las piernas en movimiento.
Bajé a comprarme un jugo de maracujá y otro de frutos rojos, y usé mi media hora de Internet, mañana a las 9 tenemos que estar en la Plaza del Marqués de Pombal para la excursión a Sintra. 

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