Viernes 14/1/2011. Después
de desayunar, fuimos al Museo de la
Casa de Cervantes. Yo no sabía que Cervantes era recaudador
de impuestos y esta es la casa donde vivió en Valladolid durante los cinco años
en que la Corte
se trasladó aquí, a principios del siglo XVII. Está ambientada con los elementos
de uso cotidiano de esa época. Aquí escribió alguna de las Novelas Ejemplares.
Volvimos al hotel y
preparamos nuestro equipaje porque a las 12 es el check out y a la 1,30 sale el
bus a Trujillo.
Hace 3 grados, mucho frío.
El autobús salió puntual y llegó a Trujillo a las 8,15 de la noche. Entró en
las ciudades de Salamanca, Plasencia y Cáceres, y en muchísimos pueblos.
En Salamanca paró media
hora y en Cáceres 15 minutos. Esta zona es de sierras, y el paisaje es lindo,
pero el viaje se hizo largo con tantas paradas. Me sirvió para descansar las
piernas y la cintura. La mayor parte del camino fue por autopistas. Y en
algunos tramos había mucha niebla, sólo se veía pocos metros adelante del
ómnibus, a ambos lados del camino sólo niebla.
La estación de autobuses de
Trujillo es chiquita, pregunté donde podía tomar un taxi, y me dijeron que el
taxista estaba en el bar. Lo fui a buscar y nos llevó al hotel, que es el NH
Palacio de Santa Marta, un palacio del siglo XVI reciclado. Dejamos las valijas
y salimos a caminar, está a 20 metros de la Plaza Mayor y la Iglesia de San Martín. La Plaza Mayor está más abajo, hay
que bajar escaleras, y es casi toda peatonal, en el centro hay una gran fuente.
Entramos en un bar sobre la Plaza Mayor y comimos, yo
moraga, que es lomo de cerdo cortado chiquito y cocido a la plancha, y Axel salchichas
con huevos fritos. Tomé una copa de vino tinto, muy rico.
El desayuno se sirve en
este hotel a partir de las 8, y me dijeron que me podía conectar a Internet en
la compu que hay en el lobby, porque es un edificio de piedra y el wifi no
llega a las habitaciones.
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