Sábado 31-7-2010. Ultimo día en Quito. Me levanté a las 8, desayuné
copiosamente y a las 9,30 tomé un taxi para ir al Museo Guayasamín, que está
bastante cerca del hotel, en la ladera del cerro Bellavista y en el barrio que
se llama igual.
Llegué temprano, abrían a las 10. Como tenía 15 minutos libres, caminé
hacia abajo donde hay un mirador.
Pero después tuve que subir!. Guayasamín es un pintor y escultor muy
querido en Quito, que nació en 1919 y murió en 1999 de un infarto en el lobby
de un hotel en Baltimore.
Allí al lado vivía y pintaba. La casa será un museo próximamente.
Planeó un edificio que se llama La
Capilla del Hombre, que es cuadrado con una cúpula, y tiene
planta baja y subsuelo. Allí están algunas de sus obras (pintó 6000 cuadros).
El lugar es sobrecogedor, por lo inmenso, por la expresión de sus
figuras y el tamaño de los cuadros. Me conmovió este museo. Había una guía que primero
pasó un video con entrevistas que le hicieron y después explicó cada una de las
obras. Se podían sacar fotos sin flash y saqué sin parar. Además compré tres
reproducciones. Me encanta cómo dibuja las manos.
Este es el sol inca que, como ya conté, no sólo es un dibujo, sino que
simboliza solsticios y equinoccios, aquí en una escultura de Guayasamin:
Aquí el gran salón del subsuelo:
Este cuadro se llama Lágrimas de sangre y lo pintó a la muerte de sus
amigos Salvador Allende y Pablo Neruda:
Este es una madre con su hijo y se llama Ternura:
Aquí está la cúpula, que pintó en paneles que luego se pegaron, y son
los indios esclavizados en las minas de Potosí con los brazos extendidos hacia
la luz:
Esto es Quito y el volcán Pichincha, que domina la ciudad, ardiendo:
Y este es uno de los muchos retratos que hay en el museo:
Bajo este árbol, en los jardines, están enterradas sus cenizas:
El museo se inauguró en el 2002, luego de su muerte.
Volví en taxi al hotel, descansé un ratito y volví a salir para subir
al Telesfériqo. Lo escriben así, con q, por Quito.
Tomé un taxi que me dejó en la base. En el camino, ví un KFC cerca de
un gran mall que se llama Quicentro en la Avenida Naciones Unidas y tomé
nota para ir a la vuelta.
Los extranjeros pagan el doble que los ecuatorianos (D 8,50) pero
tienen fila especial que es más rápida. Hoy es sábado y hay muchísima gente y
además en la base hay un parque de diversiones.
Se tarda veinte minutos en subir y otros tantos en bajar del Volcán
Pichincha, que tiene una altura de 4100 metros snm. Subiendo y desde arriba uno
se da cuenta lo grande que es el valle donde está la ciudad.
No me quedé ni diez minutos arriba porque no había cosas para ver y
además tenía un poco de temor por la falta de oxígeno. Enseguida volví a hacer
la fila para bajar. Al llegar a la base pensaba tomar un taxi al Quicentro,
pero había una combi con gente esperando que iba a La Mariscal y que me cobró D
1 para dejarme en el Quicentro. Hizo otro camino que el taxi de la ida,
aparentemente pasaba por La
Mariscal primero. Se fueron bajando los pasajeros y quedamos
una señora con dos chicos y yo. La señora le dijo al conductor que se bajaba en
el CCI, que es un centro comercial en la Avenida
Río Amazonas. Cuando ellos se estaban bajando ví que ahí
había otro KFC y me bajé con ellos.
Comí allí y después tomé un taxi que por un dólar me dejó en el hotel.
Tenía un late check out a las 17 hs y Patricia me viene a buscar a las
18 para llevarme al aeropuerto, así que aproveché para sentarme en el lobby,
escribir, bajar las fotos y conectarme a internet. Vi que en BA hace 11 grados.
Igual tengo para varias horas de espera porque LAN me mandó un mail diciéndome
que el vuelo está demorado y va a salir recién a las 23,55.
Domingo 1-8-2010. El avión salió a las 12, hizo escala en Guayaquil y
llegó a Santiago a las 6 de la mañana. Allí eran las 7. Una mujer manejaba el
avión. Hacía mucho frío en Santiago y estaba muy nublado. A las 9,50 volvió a
salir y llegó a Buenos Aires a las 12,30 hora argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario