Lunes 26-7-2010. A las 6,30 estaba desayunando y a las 7,30 me
llevaron al aeropuerto. El vuelo a las Islas Galápagos salió puntual 10,05 y
llegó en una hora y media. Enseguida encontré al hombre del Tip Top, que me
presentó a la guía, que se llama Rocío y es ecuatoriana. Los demás pasajeros
son dos familias de USA, unos de Texas con cinco hijos y un sobrino y una
profesora de español peruana que vive en Vermont con el marido, sus dos hijas y
tres alumnas, En total, once adolescentes de 12 a 18 años.
Aterrizamos en Baltra, tomamos un bus que nos llevó hasta donde
termina la isla, un ferry que nos cruzó hasta la
Isla Santa Cruz y después otro bus que nos
llevó hasta Puerto Ayora, donde está el muelle.
Hay una bahía y hay que llegar al yate en botes, porque no hay
profundidad para que los yates se acerquen a la costa. Somos 16 pasajeros, la
guía y 7 tripulantes. En mi camarote estoy sola, no sé como distribuyeron a los
demás´
En las Islas Galápagos hay una hora menos que en el continente. En el
camino la guía nos fue mostrando la diferente vegetación. Habla generalmente en
inglés y se le entiende perfecto. Hay partes más secas donde hay cactus y otras
donde hay garúa permanente y vegetación más verde. Llegamos al yate y
almorzamos y a las tres de la tarde salimos otra vez en dos tandas en los botes
a tierra firme. Cada vez que subimos a los botes hay que ponerse los chalecos
salvavidas. Fuimos a la Estación Charles
Darwin y vimos a las famosas tortugas gigantes, incluso al solitario George que
aparece en todas las guías y que es el último de su especie.
Allí hay cría de tortugas, llevan los huevos a un lugar reparado para
protegerlos de los predadores y los vuelven a su habitat natural una vez que
son suficientemente grandes. También vimos pájaros.
Después de recorrer la
Estación quedamos en encontrarnos
nuevamente en el muelle a las 18 horas.
A esa hora volvimos al barco, hicieron un brindis y el capitán se
presentó a sí mismo y a su tripulación y después cenamos.
A las 23,30 el barco va a navegar dos horas y media y se va a
estacionar en la Isla Plaza
Sur, donde vamos a ir mañana.
A las 7 hay que desayunar, así que me duché antes de acostarme. A las
11,20 de la noche el barco se puso en marcha y navegó durante casi dos horas y
media hasta la Isla Plaza
Sur, que está al este de la Isla Santa
Cruz. No me dormí hasta que no escuché que bajaban el ancla.
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