Domingo 16/1/2011. A las 8
estábamos desayunando. A las 9 salí a caminar sola, y fui al Cementerio de la Veracruz.
Había muy pocas personas,
algunas arreglando flores en las tumbas, y un hombre me preguntó si había visto
al enterrador!!
Busqué pero no encontré a
ningun bisabuelo.
Este es un lugar muy
silencioso. Solamente escuchaba mientras caminaba mis propios pasos, los
pájaros y las campanas de las iglesias. No hay otros ruidos.
Saliendo del cementerio
tomé la Calle
de los Naranjos:
A la vuelta encontré otra
vez la puerta y la cuesta de San Andrés y salí al Ayuntamiento. Pasé por la Calle del Verdugo.
Averigüé cual era la Calle García y encontré el
Número 10.
Esta es la casa donde vivía
la comadrona que fue al Registro Civil a anotar a mi abuelo Antonio, y cuando
llegó el momento de firmar el acta, dijo que no sabía leer ni escribir.
Hace frío pero hay sol. Compré
el diario y me senté en la Plaza Mayor
a leerlo. Vino Axel y subimos otra vez a
la Alcazaba. No
se veía niebla hoy.
Estuvimos un rato arriba y
bajamos. Fuimos a un bar cerca de la Plaza
Mayor , comí una pizza muy rica de cuatro quesos y Axel paella
de pollo. Esta es una zona ganadera y hay muy ricos quesos de cabra. Aquí en el
desayuno hay de varios tipos y los probé todos, duros y blandos.
Volvimos al hotel. Ahora
hace frío. Ya no puedo caminar más por hoy. Axel prendió la televisión, yo me
acosté y me dormí un rato.
Axel se quedó dormido
mientras yo bajaba las fotos y escribía. A las 11 de la noche me despertó para
decirme que le dolía la panza. Comió de más todos estos días, croquetas fritas,
huevos y salchichas en el desayuno, y demasiada grasa. Quería Reliveran, pero yo
no traje. Pregunté en la recepción y me dijeron que había una farmacia de turno
a cinco minutos. Se fue a comprarlo.
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