Miércoles 28/3/2012. Excelente el vuelo en Lan, y en horario. En
Lima son dos horas menos que en BA, llegué a las 11 y poco. Me estaban
esperando en el aeropuerto y me trajeron al hotel. Dejé mis cosas y salí a
caminar por la zona, mi hotel está en Miraflores, donde hace 30 años estaba
lleno de casas antiguas: no queda casi nada, son todos rascacielos.
Llegué al Parque Kennedy y
allí, un KFC!!! Hacía rato que en mis andanzas por el mundo no encontraba uno.
Comí, pero no era tan rico como en otros lados, puede ser que no haya elegido yo
bien el menú. Allí en el parque había un bus turístico, pregunté y hacía un
recorrido de cuatro horas, incluyendo el museo Larco, de arte precolombino.
Decidí subir. Eramos solo
10 personas, pero no se podía subir y bajar como en otras ciudades. Tampoco
había auriculares, sino micrófono y una chica que hablaba, en español y en
inglés. Recorrimos primero Miraflores, que es muy parecida a Viña del Mar o a
Panamá City ahora, sólo rascacielos y el mar, perdió personalidad. Después
pasamos por el casco histórico, allí quedan algunos pocos de los famosos
balcones de madera. Mucha gente por todos lados y muchos bocinazos. Hace calor
en Lima y mucha humedad.
Estábamos todos en la parte
de arriba del bus y me tuve que agachar varias veces para que las ramas de los
árboles no me golpearan. Me dieron un mapa con el recorrido pero no pude seguirlo.
Cuando llegamos al Museo Larco pregunté donde estaba en el mapa y me dijo la
guía que no figuraba (¿??). El museo no está en Lima sino en Pueblo Libre, un
distrito cercano que mi nulo sentido de orientación me impide ubicar. Lo único
que sé es que no está al oeste de Lima, porque allí está el océano.
El Museo era muy
interesante, piezas de cerámica, tejidos y joyas encontrados en tumbas.
Es una colección privada de
la familia Larco, que tienen desde antes de que el estado se ocupara de estas
cosas. Está en un palacete antiguo con patios llenos de Santa Ritas.
En la planta baja, vasijas
con temas eróticos. Un almacén con 30.000 piezas más guardadas en vitrinas.
En una pared, un cuadro que
indica cronológicamente los hechos mundiales y su contemporaneidad con las
culturas inca y preinca. Me sorprendió ver que la construcción de Macchu Picchu
es contemporánea al Renacimiento.
Cuando salimos del museo
volvimos a Miraflores y bordeamos el mar. En la parte de arriba del bus hacía
frío húmedo. Paró en el mismo lugar del cual había salido y volví caminando al
hotel. Fui al bar a tomar un pisco sauer (el hotel me había dado un voucher),
total si me emborrachaba sólo tenía que tomar el ascensor y volver a mi cuarto.
Era suave, parecido a un mojito cubano, con hielo licuado con limón.
Un poco más tarde salí y me
compré un sándwich y una gaseosa en un quiosco. Intenté conectarme a Internet
pero no pude. Estoy muy cansada, me levanté a las 5 para estar en Ezeiza a las
6 y mañana me vienen a buscar 6,30 para tomar el bus a Paracas. A las 9 de la
noche me dormí.
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