jueves, 5 de julio de 2012

VIAJE A PERU - DE CUSCO A URUBAMBA


Martes 3/4/2012. A las 3 de la mañana me desperté con un espantoso dolor de cabeza, seguramente por los 3350 msn. Me comí un chocolate del frigobar y me tomé un ibupirac 600. Cuando pasó, me volví a dormir hasta las 7. Desayuné muy rico y salí a ver Cusco sin lluvia, hoy es un día de sol.
A las 9,30 nos vinieron a buscar y salimos. Tenemos una guía que se llama Melba y es excelente. El Cusco, que los incas llamaban Cosco,.que significa ombligo, era la capital de la nación inca, el Tahuantisuyo. Hubo 14 reyes incas, el primero fue Manco Capac y el último, Atahualpa.
El camino es muy bonito, los lugareños se dedican a la agricultura, maiz y papa, de la cual hay 3500 variedades, y se ven los sembrados en las laderas de las montañas.
La primera parada fue en Awanakancha, que es una comunidad de 450 familias donde hay vicuñas, llamas y alpacas, tejedoras tejiendo en los telares, las papas de las formas más curiosas y una tienda muy completa. No cobran entrada, Melba sugirió que dejáramos un sol en una alcancía.






Al salir de Awanakancha empieza el Valle Sagrado de los Incas. Allí, en las altas montañas, están los apus, los glaciares que al derretirse permiten mantener los cultivos durante todo el año, y no como en otras zonas, sólo en la época de lluvias.



Nuestra segunda parada fue en Pisaq y fuimos al mercado, donde yo estuve en 1980, pero ahora está mucho más turístico. Hay muchísimos puestos de artesanía, joyas y tejidos. Visitamos una fábrica de joyas de plata y nos mostraron como la preparan para hacer las joyas, agregándole un 5% de cobre, por eso la llaman plata 950.
Compré varias cosas en el mercado, y tomé un jugo de naranja exprimido en el momento que era delicioso.



Los buses turísticos estacionan en fila india en una calle y van avanzando a medida que los turistas terminan el recorrido, está muy bien organizado y hay mucha gente.
Pasamos por Calca, que es la capital del Valle Sagrado, y allí paramos a almorzar en un restaurant de un hotel que se llama Yucay. Había muchísima gente, se ve que todos los buses turísticos paran allí y era un almuerzo buffet. Comí pollo, cordero, papas con salsa huancaína, tallarines, pastel de quinoa, y postre de tres leches, más una cerveza Cuzqueña y café.




La siguiente parada fue en la chichería. Mientras esperábamos que saliera el grupo anterior, Melba mostró la casa, típica de la zona, y explicó lo que era el despacho, una caja con muestras de los frutos de la tierra y pedidos a la Pachamama para el año siguiente que hacen las familias, después lo queman y lo entierran. El ritual se hace en el mes de agosto.



La dueña de la chichería Doña Mechita sirvió un poco de chicha a cada uno, hicimos un brindis en quechua, tiramos un poquito al piso para la Pachamama y nos tomamos lo que quedaba. Para mi era muy fuerte y muy ácido. Después Doña Mechita sirvió otra ronda de chicha frutillada, que para mi gusto era más rica. En la puerta de la chichería se indica con una bolsa de color rojo que hay chicha disponible.




Después de la chichería llegamos a Ollantaytambo, donde también estuve en 1980, pero ha cambiado completamente. Abajo hay otro mercado de artesanías y después subimos por una escalera de piedra hasta arriba, donde a la llegada de los españoles estaban construyendo un sitio religioso que quedó trunco. Melba hizo tres paradas porque la subida era difícil. En los descansos, explicó lo que se sabe del lugar. Arriba hay muros de grandes piedras encastradas perfectamente unas en otras, protuberancias que probablemente servían para arrastrarlas y se ven las terrazas de cultivo y el pueblo debajo. Bajar casi fue más difícil que subir, porque las escaleras son empinadas y los escalones irregulares y en algunos tramos no hay pared lateral para sostenerse.




De allí volvimos a Urubamba al Hotel San Agustín de la Recoleta, que parece un convento, y probablemente lo haya sido, porque los cuartos dan a patios cuadrados con portales alrededor. Mañana lo veré mejor porque llegamos casi de noche.
A las 8 fui al restaurante a comer algo, y la pareja de tucumanos con quienes me senté en el almuerzo me invitaron a sentarme con ellos, ella es geóloga y él es contador. Comí pollo asado y compartí con ellos vino peruano riquísimo.
Me voy a dormir temprano, mañana es el día de Macchu Picchu!! 



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