sábado, 11 de agosto de 2012

VIAJE A ECUADOR - DE CUENCA A GUAYAQUIL


Jueves 22-7-2010. El desayuno hoy era muy parecido al de ayer, pero entre las frutas también había frutillas.
A las 9 Carlos me pasó a buscar por el hotel porque a las 10,30 salía el avión a Guayaquil. Ni idea porqué me dieron asiento en business, pero no me quejé. Fueron sólo 25 minutos de viaje y me estaba esperando la combi del hotel Hampton Inn. Está en la avenida 9 de octubre, eje este-oeste de la ciudad a cuatro cuadras del malecón. Muy lindo hotel, es un 5 estrellas de la cadena Hilton. Justo enfrente hay un KFC, no voy a comer en otro lado mientras esté aquí. Hace calor y humedad.
Guayaquil es una ciudad moderna, tiene pocos edificios antiguos, y los que hay fueron reconstruidos, porque construían en madera, y cuando no la destruían los piratas la destruían los incendios.
Dejé mis cosas y salí a caminar un rato. Me dio la impresión de haber vuelto a BA en noviembre: muchísimo tráfico, ruido, muchísima gente en la calle, calor y humedad. Fui hasta el malecon, volví y fui a comer a KFC. Cuatro presas de pollo con papas fritas (se pueden reemplazar las papas por arroz y menestra, que parece una sopa espesa de lentejas) y gaseosa de manzana vale us$ 3,75.
Volví al hotel y al aire acondicionado y a las 14,30 bajé porque venía mi guía para hacer el walking tour.
No hay otra forma de ver el centro de Guayaquil si no es caminando: calculo que fueron unos 7 u 8 kilómetros más los 444 escalones del cerro Santa Ana (están numerados!!).
Mi guía era un muchacho de unos 30 años que se llama Jorge Sanchez. Fuimos a la catedral, que está frente a la Plaza de las Iguanas.



Son enormes y se pasean muy tranquilas entre la gente. Vimos varias iglesias. Caminamos los 3 km del Malecon 2000 sobre el río Guayas.



En la intersección del Malecón con el Boulevard 9 de octubre está el monumento a San Martín y Bolívar. El famoso abrazo de Guayaquil de 1822, aunque acá sólo se están dando la mano  Están arriba las banderas de todos los países que ellos liberaron.


El Malecón es un espacio público para pasear y mirar el río. Hay bares, una réplica del barco del pirata Morgan, plantas, un cine 3D, juegos para chicos. Es peatonal. Me dijo Jorge que hay tres millones de habitantes en Guayaquil, pero parece que nadie se queda en su casa, todos están en las calles.
El Palacio Municipal y la Gobernación están sobre el Malecón, como la Torre Morisca.




Hay un edificio muy curioso que es una playa de estacionamiento, que ellos llaman en purísimo spanglish ¨parqueadero¨.


Cuando termina el Malecón, está el Cerro de Santa Ana, al que sólo se puede subir caminando.


Esta es una calle del Cerro Santa Ana. Hay muchos policías, bancos para sentarse, pintores callejeros, restaurantes, kioscos. Un lugar muy lindo y muy bien cuidado.


Llegamos a la cima, donde está el faro y, por supuesto, una iglesia. Desde allí se ve toda la ciudad.



Mis piernas quedaron destruídas, caminamos tres horas y media con alguna breve parada, pero valió la pena.
Me recosté un rato y me quedé dormida. Me desperté a las 8,45 y me fui enfrente al KFC. Por qué no estará en BA! Sigue haciendo mucho calor y humedad y también de noche hay muchísima gente en la calle. Volví al hotel y me fui a dormir.



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