sábado, 11 de agosto de 2012

VIAJE A ECUADOR - DE GUAYAQUIL A SALINAS


Viernes 23-7-2010. A las 7 estaba desayunando. Es buffet y hay de todo lo imaginable.
Como recién a las 12,45 me iba, salí a ver lo que me recomendó ayer Jorge. Cuando llegué a la Plaza de las Iguanas había música. Era una banda militar que cantaba canciones tropicales, a las 8,30 y en día de semana. Estaba Teleamazonas y mucha gente mirando y bailando. Las iguanas debieron asustarse con tanto ruido, porque no estaban visibles.


Festejan las ¨fiestas julianas´, Yo no entendía bien qué era, porque la independencia de Guayaquil fue el 9 de octubre de 1820, y por eso la avenida principal se llama 9 de octubre. Ellos la llaman boulevard aunque no tiene plazoleta central.
A las 9 abrió el Museo Municipal y entré, está a una cuadra de la plaza y a unas cuatro del hotel. Allí está la historia de la ciudad, y entendí que ahora festejan el aniversario de la fundación de la ciudad, el 25 de julio de 1537. En realidad tuvo varias fundaciones, pero los historiadores se pusieron de acuerdo en que la definitiva fue ese día. Allí está la historia de los piratas que la asaltaban cada vez que pasaban, de los pavorosos incendios que la destruyeron varias veces, porque todas las edificaciones eran de madera, las guerras de la independencia y hasta una cama de Bolivar de 1,56 de largo. Era enano o dormía con los pies afuera.
En una de las paredes del Museo, este poema del ecuatoriano Juan Bautista Aguirre:

Guayaquil ciudad hermosa
de la América guirnalda
de tierra bella esmeralda
y del mar perla preciosa,
cuya costa poderosa
abriga tesoro tanto
que con suavísimo encanto
entre nácares divisa
congelado en bella brisa
lo que el alba vierte en llanto.

Allí cerca, en los muros exteriores del Banco Central de Ecuador, se reproducen obras que están en los museos.



Desde el hotel, cinco cuadras para el lado opuesto al Malecón, está el Parque del Centenario, que es otra plaza cercada.


Quince cuadras más al norte está el Malecón del Salado, que es un brazo del mar, y también es un paseo muy bonito. Me tomé un taxi desde el Parque del Centenario que me cobró us$ 1.



Recorrí este Malecón y volví al hotel en otro taxi por us$ 2.
Hoy también hace mucho calor y humedad. Hay muchísima gente por todos lados, caminando, conversando, sentados en los bancos de las veredas, tomando bebidas y comiendo.
En el centro había un incendio, se veía una columna de humo negro y había un olor a quemado muy fuerte. Pasaron la policía y los bomberos con sirenas, y los autos tocaban bocina, era el infierno.
Por lo menos ví tres tipos de policías en Guayaquil: están los de tránsito de chalecos fosforescentes, otros de uniforme azul y otros de uniforme militar. Hay muchísimos en las calles.
Volví al hotel a descansar un poco del calor. A las 12 era el check out, y a las 12,45 salía el transfer al aeropuerto, donde tengo que tomar el bus a Salinas. Dejé mi valija en la recepción y me fui al KFC.
A las 12,45 nos llevaron a mí y a dos personas más, al aeropuerto. Pasamos cerca de este edificio que vi ayer desde el cerro Santa Ana, y que tiene una taza de café en el techo.


Esperé en el aeropuerto un rato largo, hasta que apareció el hombre del Hotel Barceló para ir a Salinas. Eramos 14 personas, y recién salió a las 3 de la tarde, porque los demás bajaban de los aviones que iban llegando. En el aeropuerto de Guayaquil hay un estanque con peces rojos que no había visto cuando llegué.


El viaje duró dos horas y el paisaje no era lindo. El Hotel Barceló está al lado del mar, tiene playa y piscina y régimen all inclusive.
Mi habitación en realidad es un departamento, tiene balcón con mesa y sillas, y ventanas que miran al Pacífico. Está muy nublado y fresco, justo ahora que tengo playa!
Ví en la televisión a Chavez rompiendo relaciones diplomáticas con Colombia con Maradona al lado y me dio dolor de panza.
Fui al snack bar y tomé un jugo de papaya, mandarina y limón, y comí una hamburguesa. Era rara pero rica, creo que le ponen tomate a la mezcla de carne.
A las 8,30 fui a cenar. La oferta de comida es escandalosa, pero comí poco. Eso si, tomé dos jugos.



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